viernes, 8 de agosto de 2008

Apaguen sus cigarrillos




Cuando hace unos años quitaron las zonas de fumadores en los restaurantes estadounidenses, no sólo se esfumó el tabaco, con él se fueron sus necesarios acompañantes. Pocas tareas se pueden encontrar tan bajas para un objeto como la de servir para apagar y abandonar las colillas; sólo se me ocurre la escupidera, porque incluso el bidé tiene una cierta categoría higiénico sanitaria. Sin embargo, como queriendo quitarle importancia al asunto, el cenicero ha sido algo a lo que se le ha prestado una gran atención estética: ya que tenía que estar ahí, no se perdía nada haciéndolo hermoso.
Y viendo el refinamiento que se alcanzó con esta muestra, parecen echarse de menos los días de comida y humo.

1 comentario:

Memphis dijo...

no sabes la de veces que he comido y cenado yo en el Cipriani de 59 con quinta avenida. ¡¡¡Que tiempos aquellos!!! Precisamente ese restaurante permitía solo a unos pocos encender sus pitillos en un par de mesas. God bless New York City!!!